lunes, 9 de mayo de 2011

6: 35 PM.

Repasando mis apuntes de griego recordé el sinsentido del porqué del bicho de La Metamorfósis de Kafka, que tenía que hacerme una buena foto con el Frankestein que hay en una de las paredes de un colegio de mi pueblo y que tenía que acuaralear más (si es que ese verbo existe).

También pensé que era una buena tarde para estar enamorado. No, yo no quería estarlo ni lo estaba. Simplemente lo pensé. Fue una de esas esas cosas que ocurren en los momentos de paz, que te fascinan.

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